Todo buen cinéfilo tiene que ver si no lo ha visto ya la espléndida secuencia de la película Amor a quemarropa. La secuencia en cuestión es cuando un impresionante Christopher Walken llega a la rulot donde vive Dennis Hopper.
Walken va acompañado de sus matones y van en busca de Clarence y su reciente esposa. Retienen a Hopper para preguntarle donde está su hijo, y es aquí donde se produce un dialogo fascinante como muy pocos hay en el cine entre dos monstruos de la interpretación.
No tiene desperdicio. La secuencia dura 9 minutos y 50 segundos pero vale la pena el diálogo que mantienen entre los dos, sobre todo cuando empiezan hablar de los sicilianos. Unos primeros planos espléndidos entre los dos con una neblina de humo de los cigarros que están fumando. Y todo esto va acompañado de la magnífica banda sonora original.
Multitud de buenísimas frases en tan pocos minutos como:
- Soy el Vengador y estoy de un humor de perros. Digale a los Angeles cuando llegue al cielo que jamás había visto el mal tan personificado como lo vio en el rostro del hombre que le mató.
- Hay 17 cosas distintas que uno puede hacer cuando miente. Quien quiera descubrirle tendrá que adivinar las 17 formas. La mujer tiene 20, el hombre tiene 17 pero si las conoces como las conoces tu propia cara puedes mandar todos los detectores de mentiras al infierno.
- Se que usted saben donde están, así que, digamelo antes de que le haga sufrir, porque de morir no se libra.
- Los sicilianos descienden de negros.
- Los sicilianos tienen sangre negra bombeando en sus corazones.
Recomiendo que os la veáis y aguantéis los cerca de 10 minutos que dura. Vale la pena.
0 Comentarios:
Publicar un comentario