Este lunes permanecerán cerrados los Cines españoles en protesta por la cuota de pantalla que les impone el Gobierno.
El 90% de las salas, unas 4.000 salas de cine que dependen de la Federación de Cines de España (FECE), permanecerán cerradas, por la obligación del Gobierno de programar un determinado número de cintas españolas en las salas. Según esta Federación, lo que consiguen es que esas salas que proyectan cine español, están vacías o casi vacías con la consiguiente pérdida que ello les supone.
La Ley de Cuota de Pantalla obliga a todas las salas a proyectar una película nacional o comunitaria por cada tres de cine de terceros países, osease, Estados Unidos que es casi lo único que se ve por estos lares.
Si en su lugar se exhibiera el cine palomitero made in USA esta pérdida no sería tal, ya que según ellos y se ha demostrado en una encuesta reciente, el cine español es mediocre para los aficionados al Séptimo Arte.
Según la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, la cuota de pantalla existe en toda Europa para proteger su cine del gran comecocos que es Hollywood.
Y digo yo, ¿por qué esta Federación no la he oído quejarse de la compra de paquetes que le obligan hacer las grandes distribuidoras USA? Por ejemplo: si quieren comprar una película de éxito como Spider-Man, Piratas del Caribe, Shrek o cualquier otro taquillazo, éstas cintas van acompañadas de otras tantas películas que están obligados a comprar y van en el lote. Películas pésimas que no valen un duro pero que resultan de gran beneficio a las grandes mayors del cine USA.
En fin, que tras que sufrimos para ver cine español, nos quieren dejar totalmente de lado para irse con el enemigo, donde sus películas son segundas partes, secuelas, precuelas, remakes, copias malas del cine europeo, asiático y un largo etcétera que nos tragamos.
Para ver una buena película norteamericana hay que buscar mucho, porque últimamente nada de nada. Lo único que se salva es el Cine Independiente que no están manejados por los hilos de la Industria americana y pueden hacer lo que quieran.
Seguiremos viendo cine español aunque le pese a muchos en este país.
El 90% de las salas, unas 4.000 salas de cine que dependen de la Federación de Cines de España (FECE), permanecerán cerradas, por la obligación del Gobierno de programar un determinado número de cintas españolas en las salas. Según esta Federación, lo que consiguen es que esas salas que proyectan cine español, están vacías o casi vacías con la consiguiente pérdida que ello les supone.
La Ley de Cuota de Pantalla obliga a todas las salas a proyectar una película nacional o comunitaria por cada tres de cine de terceros países, osease, Estados Unidos que es casi lo único que se ve por estos lares.
Si en su lugar se exhibiera el cine palomitero made in USA esta pérdida no sería tal, ya que según ellos y se ha demostrado en una encuesta reciente, el cine español es mediocre para los aficionados al Séptimo Arte.
Según la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, la cuota de pantalla existe en toda Europa para proteger su cine del gran comecocos que es Hollywood.
Y digo yo, ¿por qué esta Federación no la he oído quejarse de la compra de paquetes que le obligan hacer las grandes distribuidoras USA? Por ejemplo: si quieren comprar una película de éxito como Spider-Man, Piratas del Caribe, Shrek o cualquier otro taquillazo, éstas cintas van acompañadas de otras tantas películas que están obligados a comprar y van en el lote. Películas pésimas que no valen un duro pero que resultan de gran beneficio a las grandes mayors del cine USA.
En fin, que tras que sufrimos para ver cine español, nos quieren dejar totalmente de lado para irse con el enemigo, donde sus películas son segundas partes, secuelas, precuelas, remakes, copias malas del cine europeo, asiático y un largo etcétera que nos tragamos.
Para ver una buena película norteamericana hay que buscar mucho, porque últimamente nada de nada. Lo único que se salva es el Cine Independiente que no están manejados por los hilos de la Industria americana y pueden hacer lo que quieran.
Seguiremos viendo cine español aunque le pese a muchos en este país.
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